Hace poco el papa actual enmendaba la declaración del anterior papa diciendo que el infierno es un lugar físico donde efectivamente ardes por toda la eternidad y no un estado mental (como si realmente importara).
Eso me hizo pensar que si es un lugar físico, tal vez a alguien se le habia ocurrido plantearse cuales son las leyes físicas que rigen en el infierno. Dado que las religiones no necesitan pruebas para demostrar lo mas absurdo, es evidente que las reglas físicas del infierno pueden ser las que mas convengan y pueden cambiar en cuanto caigan en contradicción. No obstante, ya que al papa se le ha ocurrido que es un lugar físico, las contradicciones están servidas.
Buscando en google he encontrado multiples entradas de la misma historia (vete tu a saber si real), un examen de un profesor de termodinámica en el que planteó a los alumnos si el infierno era exotérmico (generaba calor) o endotérmico (absorbia calor). Hubo una respuesta ingeniosa que se ha ganado la perpetuidad en internet.
Básicamente liga la condición termodinámica del infierno a la relación con la entrada de almas y la expansión del espacio físico del infierno. Si la relación de almas que llega es demasiado grande el sistema reventaría, si es demasiado pequeña se congelaría.
Evidentemente, si supusieramos que el infierno es originalmente infinito (hará falta mucho espacio para todos vosotros pecadores) las leyes de la termodinámica llevarían a la conclusión de que su temperatura debería estar cerca del cero absoluto (demasiado espacio desaprovechado).
Otro problema es la naturaleza del fuego del infierno, supongo que se usarán las almas como combustible, pero si el sufrimiento ha de ser eterno, o la combustión ha de ser reversible o no debe producirse en absoluto. Me pregunto que se sentirá al descobustionarse, ¿será tan dolorosa como la combustión? Si realmente se puede revertir la combustión, es posible que el infierno se congele y se caliente alternativamente.
Si realmente hay combustión, se plantea el problema de la generación de gases de efecto invernadero, aunque no creo que en el infierno estén muy preocupados por ese asunto.
También es posible que el fuego del infierno sea de origen nuclear (¡chupaos esa ecologistas!) Lo que lleva a la transmutación de los elementos que forman las almas a elementos cada vez mas pesados, lo cual podría llevar al colapso de las almas del infierno en agujeros negros. Cosa que también pasaría si la masa de almas llega a un punto crítico.
No se que deciros, ciencia y religión son algo que nunca han combinado bien, pero puestos a elegir creo que no hay color.
Yo supongo que el cambio de opinión del papa viene de que es mas temible el dolor físico que el mental. Si es así, probablemente no sea consciente de la cantidad de gente que vive ya en el infierno a su alrededor y de lo poco que contribuye para que no sea así.
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