martes, abril 03, 2007

Canon por préstamo de libros o la vuelta al derecho de pernada

La unión europea nos ha hecho pasar por el aro y ahora el préstamo de libros en las bibliotecas está cargado con un nuevo impuesto. Y digo impuesto porque esa cantidad no la paga el que recibe el libro en préstamo sino el estado, o sea, todos nosotros.

No critico esa decisión, más bién la alabo, ya que me parece injusto que la gente que va a las bibiliotecas tenga que pagar por acceder a la cultura, sobre todo considerando que muchos de ellos son escolares. Ya que nos obligan a dar una cantidad por libro prestado, es mejor repartir el esfuerzo entre todos.

Ahora bien, ese dinero va para resarcir a los autores de la pérdida de ventas. Evidentemente ventas imaginarias, ya que posiblemente las personas que piden prestado el libro no se lo iban a comprar.

¿No saben estos autores que los préstamos permiten que la gente conozcan sus obras? ¿No es posible que precisamente ese préstamo hace que sus ventas aumenten? Sinceramente, al precio que están los libros parece mejor leer alguna obra del autor en una biblioteca y después comprar alguna de sus obras, si es que el autor merece la pena.

La próxima será que cobremos el canon a los amigos a los que prestemos nuestros libros, pues ¿no somos cada uno de nosotros bibliotecarios de nuestra propia biblioteca? Aunque ya saben lo que se suele decir, si prestas un libro a un amigo, pierdes el libro y el amigo :-).

De todas formas, me gustaría saber cuanto de este dinero va realmente a los autores y cuanto se quedan las sociedades de gestión de estos derechos, me parece que estamos pagando una vida de lujo a unos pocos a costa de los creadores reales.

Estamos llegando a unos extremos en los que la cultura ha dejado de ser un elemento de socialización y conocimiento, para pasar a ser un producto mercantil. Si no ponemos límites razonables al afán recaudatorio de estas sociedades de gestión la cultura morirá.

Igual debemos desechar la idea de las bibliotecas y pasarnos al book crossing, algo asi como una biblioteca global y distribuida, lejos de las zarpas de las sociedades de gestión de derechos de autor.

1 comentario:

garib dijo...

Me parece que la frase de que estamos pagando una vida de lujo a unos pocos lo resume todo perfectamente. La idea original de los derechos de autor como protección al débil está ya totalmente desvirtuada.